EUROPA
PRESS
19
mayo 2016
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su último
informe sobre estadísticas globales de salud que muestra como desde el año 2000
la esperanza de vida a nivel mundial ha crecido 5 años hasta situarse en los
71,4 años de media en 2015, 73,8 en mujeres y 69,1 en hombres.
Este incremento es el más
amplio que se registra desde la década de 1960, según este organismo de
Naciones Unidas, y permite en cierto modo revertir el deterioro sufrido en la
década de 1990, cuando la esperanza de vida se redujo en África con motivo de
la epidemia del sida y en Europa del Este tras la desmembración de la Unión
Soviética.
De hecho, el mayor aumento
se produce precisamente en el continente africano, donde la esperanza de vida
ha aumentado 9,4 años hasta los 60 años de media, como consecuencia de una
mayor supervivencia infantil, los avances en el control de la malaria y un
mayor acceso a los tratamientos antirretrovirales
frente al VIH.
No obstante, pese a este
incremento como consecuencia de los grandes avances conseguidos aún persisten
"grandes desigualdades" entre unos países y otros, según ha destacado
la directora general de la OMS, Margaret Chan, que aboga por "avanzar hacia una cobertura
sanitaria universal basada en una Atención Primaria fuerte para evitar que
nadie se quede atrás".
De hecho, el informe
muestra como actualmente ya hay 29 países en los que la esperanza de vida
supera los 80 años, todos ellos con un alto nivel de ingresos. Por contra, hay
22 países en el África subsahariana en los que la
esperanza de vida de sus habitantes es menor de 60 años.
El país con una mayor
esperanza de vida en 2015 era Japón, con 83,7 años de vida en ambos sexos,
seguido de Suiza (83,4), Singapur (83,1), España y Australia (82,8), Italia e
Islandia (82,7), Israel (82,5), Francia y Suecia (82,4), Corea del Sur (82,3),
Canadá (82,2) y Luxemburgo (82).
Además, en este ránking hay diferencias por sexos y muestra como las
mujeres de Japón son las más longevas del mundo, con 86,8 años de edad de
media, seguidas de las de Singapur (86,1), España (85,5), Corea del Sur (85,5)
y Francia (85,4). En cambio, los hombres más longevos están en Suiza, con 81,3
años de media, seguidos de los de Islandia (81,2), Australia (80,9), Suecia
(80,7) e Israel (80,6), con España en novena posición (80,1).
En el lado opuesto estaría
Sierra Leona, que presenta la esperanza de vida más baja en ambos sexos, con
una media de 50,8 años en mujeres y 49,3 años en hombres.
Más años de vida saludables
Asimismo, el informe
muestra como la esperanza de vida saludable, medido como la cantidad de años de
buena salud que puede esperar un recién nacido en 2015, se sitúa en 63,1 años a
nivel mundial, con 64,6 años en mujeres y 61,5 años en hombres.
El informe también recopila
en esta edición los datos más actualizados sobre los principales Objetivos del
Desarrollo Sostenible aprobados por la Asamblea General de Naciones Unidas en
septiembre de 2015, reflejando algunas lagunas significativas.
En este sentido, se estima
que el 53 por ciento de las muertes en el mundo no están registradas,
aunque varios países --entre ellos Brasil, China, Irán, Sudáfrica y Turquía--
han hecho progresos considerables en esa área.
El informe también muestra
como muchos países están aún lejos de garantizar una cobertura sanitaria
universal, teniendo en cuenta el acceso a 16 servicios esenciales, en especial
en algunos países de Africa y el Mediterráneo
oriental.
Y recopila diferentes datos
globales sobre indicadores de salud, como el que unas 303.000 mujeres fallecen
cada año por complicaciones durante el embarazo y el parto; unos 5,9 millones
de niños mueren antes de cumplir los cinco años; y se producen unos 2 millones
de nuevos casos de VIH, 9,6 millones de tuberculosis y 214 millones de malaria.
Del mismo modo, denuncia la
OMS, se estima que más de 10 millones de personas mueren antes de cumplir 70
años como consecuencia de enfermedades cardiovasculares y algún tipo de cáncer,
1,25 millones como consecuencia de un accidente de tráfico; y 7,3 millones por
la contaminación atmosférica.